Su inspiración nace del afuera, de ver y escuchar, de conocer y experimentar, de dejar fascinarse por “su estado turista”, de decir y mostrar. De su amigo el francés que le hizo ver lo que buscaba. De la curva de la guitarra. De San Telmo, su lugar.
El lugar de su internacionalidad donde cada domingo es una fiesta, justo allí en un pasaje del barrio colonial, Victoria Starke y su hermano Federico coronaron la sociedad que los une desde hace apenas un año.
Ex periodista, actual diseñadora y dueña de su propia marca, Victoria regresó de Barcelona con la idea de renovar su guardarropa. La decisión la llevó a dejar el periodismo y desde el 2003 se dedica a crear ropa bajo el concepto de multitalle.
La tienda-taller Veka Dice: quedó inaugurada el 12 de Noviembre último, frente a la Universidad del Cine, en el mítico barrio plagado de turistas.
Envueltos en familiares, amigos y clientes, conversaron con nosotros. Y aquí va: Sin filtros, para que el mensaje llegue.
Periodista: Son hermanos, ¿cómo hacen para laburar juntos?
Veka: Hace un año que estamos juntos, con lo cual no es mucho, con lo cual puede que en cinco nos matemos. Hasta el momento vamos muy bien y la ventaja es que nos conocemos de toda la vida. Cuando uno se asocia con alguien así, tiene la misma forma de pensar, de crear, no vienen de cunas diferentes. Nosotros venimos de la misma cuna y si querés una anécdota más, nacimos el mismo día, el 26 de febrero con lo cual somos, obviamente, del mismo signo, hombre y mujer pero dos planetas diferentes y a la vez bastante parecidos. Yo nací tres años después que él.
Federico: Y yo no creo eso que dicen que trabajar con la familia es difícil. Yo abogo porque la familia es la primera unidad, entonces creo que los negocios en familia deben llevarse adelante. Y eso es lo más importante para mí, apoyar a mi familia y salir adelante con todo eso.
V: Además en una sociedad la confianza es fundamental y acá la confianza es algo que nunca se va a quebrar. Esa es la clave de una sociedad.
P: Veka, decís que hace un año que están juntos, ¿antes cómo era?
V: Antes era Veka sola como podía.
P: Veka se la rebusca…
V: Tal cual (se ríe) Vekaselarebusca (sic) durante varios años. Desde el 2003 aproximadamente.
P: Ahí arrancaste?
V: Sí, a mediados de 2003. Llego de Barcelona super inspirada y digo: “fuck al periodismo, voy a hacer ropa”. Agarro la máquina de coser de mi abuela que fue quien me enseñó y de niña me decía Veka.
Empiezo a hacer ropa, primero para mí porque pasé casi dos años en Europa con lo mismo, entonces necesitaba ropa nueva. Y empecé a generar eso, ya tenía los recursos, sabía cómo y eso fue siempre como un ida y vuelta.
Fue como un juego, por una necesidad que no venía por lo comercial sino por lo físico y hubo siempre una respuesta. Al poco rato que hice algo, alguien me dijo: “yo quiero lo mismo”. Al poco rato que hice más, alguien me dijo: “yo te lo compro, cuánto vale?” , y al poco rato de que lo mostré en un local, se vendió. Siempre hubo un ida y vuelta y ahí empezó a aparecer la veta comercial. Dije: “Ok, uno puede vivir de esto, de lo que hace con sus manos, con su cabeza”.
P: Es decir, no viniste con la intención de armar un negocio, sino con otra necesidad…
V: De cambiar la profesión anterior y de generar un guardarropas nuevo.
P: Por qué cambiar tu profesión anterior?
V: Porque yo, Victoria, creía que podía cambiar el mundo con el periodismo. Y después de haber trabajado en medios “muy masa”, independiente es sólo una bandera, y comercial u oficial es también una bandera. En un punto es todo lo mismo.
Entonces cuando entendí que el sistema está dependiendo de cosas tan inaccesibles a las cuales no vamos a llegar, la información tampoco va a llegar y lo que yo vivo en una mesa de café con una persona haciendo una entrevista, tampoco va a llegar. En cambio, si yo hago un vestido y vos te lo probás y me decís que te queda chico o grande o que te gustaría que sea más largo o más corto, eso sí va a llegar.
Si yo con mis manos puedo generar algo y a vos te gusta y me decís “cuánto vale, estoy dispuesto a pagar”, hay una relación directa. Antes yo escribía y pasaba por mi editor de filtro y quién sabe si recibía una carta de lector que me decía que le gustó la nota.
P: Pensás que se buscan otras conexiones aparte de lo comercial del rubro? Personas que buscan hacer ropa pero con una elaboración determinada, un mensaje, hay algo de eso?
F: Lo que pasa es que venimos inundados en un mundo donde tenés que adaptarte…
P: Esa es tu función?
F: Más que nada soy el que trata de situarse en el mundo, de darse cuenta de cómo funciona. Por más que uno no quiera vivimos en un sistema donde tenemos que aprender a convivir, aunque yo llegué tarde a entenderlo.
P: Tarde?
F: Porque vivía soñando, yo soy un soñador, si fuera por mí me la pasaría viajando por todo el mundo. Me encanta el país, hablar con la gente. Y para comer, vivir y vestirme no me molestaría porque sé que eso viene. Pero en definitiva estás situado en una realidad y una parte me dice que no y la otra mitad me dice que es necesario para vivir, para crear una unidad de pensamiento. Y debe ser así para aprender a jugar con las reglas del sistema.
En principio yo vengo de una cuna de la gastronomía donde es importantísima la creatividad y donde son importantísimas muchas cosas, desde el buen gusto, la combinación, los sabores…
P: Podés hacer un paralelismo con lo que estás haciendo hoy?
F: Sí creo que mucho tiene que ver mi aporte a Veka, con las armas que he forjado en toda mi vida, desde el conocimiento, la gente y muchísimas otras cosas más. Fui chef durante siete años y mi formación fue en Inglaterra, donde tomé real contacto con la cocina. Tuve maestros espectaculares que me enseñaron un montón.
Llegué a la Argentina con muchas ganas de aplicar pero no encontré esa armonía que tenía en Londres.
P: y qué pasó?
F: Y bueno después de haber cumplido lo que entendí fue un ciclo en la gastronomía acá en la Argentina, aposté a la creatividad que tenía mi hermana en cuanto al diseño de ropa y me asocié con ella. Sin pensarlo mucho, la verdad fue una reunión familiar en donde dije: “Bueno Ve! ya está, quedamos nosotros dos y vamos para adelante con esto”.
P: O sea que vos también hiciste un proceso interno de aceptación y de abandonar un poco…
F: Hay una cosa que creo que no se abandona, creo que se acumula y pasa a ser parte tuya. En mi caso tiene que ver con la gastronomía, que nunca la abandono, siempre está y el proceso creativo está. Todo el tiempo genero recetas y platos nuevos que invito a mis amigos, desde ya cuando hacemos un evento en Veka tratamos de ponernos de acuerdo en lo que tiene que ver con la gastronomía.
P: En esta inauguración te ocupaste del catering?
F: Sí, teníamos unos panes especiados que, más allá de hacerlos con harinas integrales, saborizarlos con distintos elementos y especias, le dimos la forma graciosa del logotipo de la marca, de Veka dice. Entonces también creo que eso es importante, los elogios de toda la gente, siempre es valioso eso.
P: Es como que todo lo que se trae de experiencia siempre puede aplicarse…
F: Uno guarda y creo que a todas las personas les debe pasar, uno no renuncia sino que va aprendiendo más y va abarcando más. Y hoy en día me toca acercarme a un mundo del cual no conocía absolutamente nada y de a poco me voy interiorizando. Vengo con todo mi bagaje de todas las cosas, antes de esto fui técnico mecánico, trabajé en empresas de ingeniería, oficinas técnicas, diseño de máquinas y herramientas. Y hoy aplico todo eso a lo nuevo. Vicky y yo abogamos por eso y de allí se genera el diseño, tratamos de hacer con cada temporada algo novedoso.
P: En el caso de Victoria, ella propone un mensaje que está muy ligado a su formación como comunicadora…
F: Mi opinión es que mi hermana siempre supo lo que quería decir. Lo buscó en los medios, lo buscó siendo periodista, vio que lo que ella esperaba no era correspondido, como esos amores que a veces se pierden y encontró el medio para expresarse. Definió una línea de producto que es interesante, que tiene un diseño único. Tratamos de cambiar esto de que el cuerpo debe adaptarse a la prenda.
P: De allí surge el multitalle?
F: Pensamos en una prenda que se adapte al cuerpo y así fue generándose el diseño de multitalle, un diseño que sea lúdico que tenga varias posturas y sea una prenda reversible, que si bien te gusta colocarlo de una manera sobre el cuerpo, de la otra también va a sentar bien y si te interesa perfecto!
La idea es que la persona que compre, compre eso, más allá de la prenda que cubre el cuerpo. Y creo que tiene que ver un poco con la mujer que elige vestirse con nuestras prendas, que tiene una veta artística, que entiende de su cuerpo, que dice “yo soy diferente” y que tiene un toque de distinción. Eso es lo que nosotros tratamos de generar a partir de la demanda que escuchamos en nuestras clientas. Desde allí empezamos a crear. Y eso es lo que finalmente se ve en nuestro producto.
P: Podés definir a tu producto como preferencial desde la implementación del multitalle?
V: Totalmente. Mirá, recién acabamos de hacer unas fotos con una mujer de 61 años y otra de 23. Las dos tenían el mismo modelo de vestido y le quedaba mejor a la de 61 que a la de 23. Y esa es la maravilla, y para mí el orgullo, de generar un vestido que desde el diseño permite que dos personas con 40 años de diferencia puedan probarse y sentirse felices. Para mí eso es un hallazgo total.
En España entendí que en Argentina hay un serio problema social con el tema de anorexia. Cuando me fui, en el año 2000-2001, estaba mucho más potenciado el tema de Kosiuko xxs, yo me fui con eso. Yo tengo una fisonomía que está todo bien, ves a mi madre, a mi abuela y a mi tatara y es lo mismo. Pero en España me sentía mal, allá pude ver curvas y aprendí la belleza de la curva femenina y hubo un señor que se llamaba Carlos, en Mar del Plata, que fue un maestro de textil y siempre decía: “hay que defender la guitarra de la mujer”. La guitarra de la que hablaba son las curvas, la forma pera, tan propia de la mujer.
En España al ver todos esos flamencos, esos bustos y esos culos, toda esa curva potenciada. Yo era un palo, no tenía nada que ofrecer y frente a todo eso me deslumbraba. Frente a ese danza, con esa carne bien puesta y llevada. Lo mismo te puede pasar si vas a visitar Brasil, Berlín, Suiza, es otra fisonomía. El argentino tiene una visión muy diferente y hace apología de algo que no sé si está tan bueno. Entonces, cuando yo volví con toda esa mirada incorporada, fue uno de los leitmotiv, fue un propósito y haberlo llevado a cabo y hoy verlo en la calle es un premio realmente.
P: Un premio que surge de una visión social…
V: Sí, cuando uno no viene de la ropa y viene de otros ángulos está bueno también poder incorporar a la ropa eso que tal vez la ropa no admite. Porque cuando vos estás en ropa, ropa, ropa, moda, moda, moda, pasarela, pasarela, pasarela (sic), es como un dos más dos. En cambio, yo creo que puede haber otras ecuaciones muy interesantes y me parece que en esta época de crisis, que la crisis lleva a la creatividad y al rebusque, es bueno que haya otros rubros que se incorporen. Conozco una arquitecta que hace ropa y esa arquitecta basa su conocimiento arquitectónico en la ropa. Conozco un campeón de ajedrez, hombre que se dedica a hacer ropa de mujer y él es el máximo inspirador de mi ropa. Un francés que me instruyó en Barcelona y me dijo “esto es lo que yo hago”. Le pregunté: “estudiaste diseño?",“No, yo vivía la vida ganando campeonatos de ajedrez”, me contestó. O sea un ser humano con una mente brillante que un día se pone de novio con una top model cool de Francia y la novia le dice: “hace moda". Y él saca de su matemática mental: ropa. Entonces muchas artes se pueden sumar o pueden interpretar lo que es ropa, uno puede venir desde otro lugar y sumarlo y ahí hay un juego y un intercambio interesante.
P: Es el intercambio fundamental? Cuando tenés una información que viene de otro lado y podés aplicarla en una meta social?
V: Es social, no pasa por otro lado.
P: Tu formación primaria es periodística, venís de la comunicación, del contar qué pasa. Hay una transformación, donde decís algo pero desde otra acción? Es decir, una cosa es expresar lo que pasa y otra cosa es hacer lo que pasa?
V: No por nada estoy en San Telmo que es un lugar tan internacional. Cuando volví de Barcelona y me preguntaba dónde quería vivir, no quería hacerlo en Caballito ni en Palermo. Quería vivir en San Telmo que es el puerto, es la conexión con el más allá, es la frontera, ahí nomás está el río y es mi internacionalidad. Yo estoy cerca de todo aquello, estoy en el límite, cerca del mar, me puedo ir cuando quiera, esa es la verdad.
Pero la verdad es que San Telmo tiene ese atractivo que siempre vas a ver gente de todos los colores y todas las procedencias, que cada domingo que estamos es una fiesta, practicamos cinco idiomas por lo menos y eso me alimenta y ahí veo la multiplicidad de seres. Entonces es algo social.
Si vos te comunicás a través de la ropa es una buena excusa, si te comunicás a través del periodismo es una buena excusa, si lo hacés a través de la arquitectura es una buena excusa. Pero es la forma de expresión, por eso es Veka dice, porque la ropa no es nada más que una extensión del cuerpo, del espíritu, de lo que uno quiere decir, de la imagen que uno va a dar y con la que se va a referir al mundo con el que se encuentra ese día.
P: Convengamos que es super profundo lo que Veka Dice
V: (Risas) Sí, mucha gente nos pregunta y qué dice Veka?
P: y en pocas palabras qué decís que dice?
V: Veka ya tiene una frase célebre que es “un vestido es una cita con una misma”, también “un vestido puede ser una picardía con una misma” y “un vestido puede ser un juego con una misma”, y también "un vestido puede ser una provocación” y ahí ya me excedí de las palabras, perdón (más risas)… Pero Veka Dice es una invitación a que digas.
P: Es una invitación a decir. Tenemos el título?
V: Tenemos el título. Bien, me encanta.
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